Menudo carrerón lleva Leire Díez, la tenebrosa pocera del sanchismo, que actuaba de mamporrera a las órdenes de Santos Cerdán. La realidad es que se trata de una presunta periodista con una trayectoria muy extraña, porque no se le conoce actividad en esta materia. A estas alturas nadie se la toma en serio. Ese aire histriónico y el personajillo que le acompaña para pagar las facturas confirman que son un auténtico lumpen político. De momento ha acabado en un calabozo tras ser detenida por la Guardia Civil. En esa misma operación se ha detenido a otro socialista, en este caso relevante, ya que Vicente Fernández fue presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y hombre de confianza de la vicepresidenta Montero. Me imagino que nadie conocía ni a la patética Leire ni al expresidente de la SEPI. La realidad es que la corrupción socialista siempre es bastante cutre y la protagonizan indocumentados como Ábalos, Cerdán, Leire y Koldo. El ecosistema sanchista no se caracteriza, precisamente, por el nivel intelectual de sus protagonistas.. Leire y el titiritero que le acompañaba en su gozosa inmersión por las cloacas configuran el aparato que se dedicaba a extorsionar y ofrecer favores a cambio de información contra aquellos que consideraban enemigos del amado líder. Es fácil preguntarse por qué sus personas de confianza eran reclutadas entre parias políticos y empresariales. La razón es muy obvia. Ninguna persona decente y formada se jugaría su carrera profesional en un ambiente tan sórdido como repugnante. Leire y el fantoche mostraron su auténtica cara en la famosa comparecencia donde quedaron retratados y sin ninguna credibilidad. Nadie se puede tomar en serio a esa colección de chapuceros. La debilidad de Sánchez es imparable y fracasa en su intento de excusarse en los escándalos de acoso sexual que afectan a dirigentes de su partido. El caso Salazar ha triturado su credibilidad y ha servido para que Feijóo le fustigara diciendo que «usted debía recibir lecciones de feminismo en los prostíbulos». Todo el mundo tuvo claro que se refería al lucrativo negocio del padre de Begoña Gómez y sus hermanos. Como es lógico, el PP aprovechará esta y otras bazas para atacar a un rival que no tiene capacidad de respuesta. Se está convirtiendo en un zombi político.. Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
«La debilidad de Sánchez es imparable y fracasa en su intento de excusarse en los escándalos de acoso sexual que afectan a su partido»
Menudo carrerón lleva Leire Díez, la tenebrosa pocera del sanchismo, que actuaba de mamporrera a las órdenes de Santos Cerdán. La realidad es que se trata de una presunta periodista con una trayectoria muy extraña, porque no se le conoce actividad en esta materia. A estas alturas nadie se la toma en serio. Ese aire histriónico y el personajillo que le acompaña para pagar las facturas confirman que son un auténtico lumpen político. De momento ha acabado en un calabozo tras ser detenida por la Guardia Civil. En esa misma operación se ha detenido a otro socialista, en este caso relevante, ya que Vicente Fernández fue presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y hombre de confianza de la vicepresidenta Montero. Me imagino que nadie conocía ni a la patética Leire ni al expresidente de la SEPI. La realidad es que la corrupción socialista siempre es bastante cutre y la protagonizan indocumentados como Ábalos, Cerdán, Leire y Koldo. El ecosistema sanchista no se caracteriza, precisamente, por el nivel intelectual de sus protagonistas.. Leire y el titiritero que le acompañaba en su gozosa inmersión por las cloacas configuran el aparato que se dedicaba a extorsionar y ofrecer favores a cambio de información contra aquellos que consideraban enemigos del amado líder. Es fácil preguntarse por qué sus personas de confianza eran reclutadas entre parias políticos y empresariales. La razón es muy obvia. Ninguna persona decente y formada se jugaría su carrera profesional en un ambiente tan sórdido como repugnante. Leire y el fantoche mostraron su auténtica cara en la famosa comparecencia donde quedaron retratados y sin ninguna credibilidad. Nadie se puede tomar en serio a esa colección de chapuceros. La debilidad de Sánchez es imparable y fracasa en su intento de excusarse en los escándalos de acoso sexual que afectan a dirigentes de su partido. El caso Salazar ha triturado su credibilidad y ha servido para que Feijóo le fustigara diciendo que «usted debía recibir lecciones de feminismo en los prostíbulos». Todo el mundo tuvo claro que se refería al lucrativo negocio del padre de Begoña Gómez y sus hermanos. Como es lógico, el PP aprovechará esta y otras bazas para atacar a un rival que no tiene capacidad de respuesta. Se está convirtiendo en un zombi político.. Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
