En junio de 2018 Sánchez fue investido presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados, al ganar la moción de censura que presentó contra el gobierno del Pp para salvar “la calidad de la democracia” en peligro “por la corrupción del Pp”. Es oportuno recordar este hecho para evaluar la situación política del sanchismo en el gobierno con la precisión y exigencia debidas a quien accedió a esa tan cualificada responsabilidad, no a través del voto directo de los ciudadanos en las urnas que por dos veces sucesivas le rechazaron con estrépito. Lo hizo con el posterior apoyo de los comunistas de Podemos, los de Bildu y separatistas catalanes, entre otros, cuyo apoyo había negado rotundamente que aceptaría. También gracias a la felonía del PNV, que pactó los Presupuestos con el gobierno de Rajoy para que Sánchez pudiera a continuación gobernar con ellos. Como candidato socialista, Sánchez debutó en las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 y pese a obtener una severa derrota con tan sólo 90 diputados se negó a un acuerdo para la investidura con el ganador que obtuvo 124 escaños. Lo que obligó a repetir las elecciones seis meses después en junio de 2016, lo que nunca se había producido desde 1978. En éstas su derrota fue todavía más estrepitosa obteniendo tan solo 85 diputados y, pese a ello y sacarle el vencedor 47 escaños de ventaja, pretendió que se produjera una tercera elección. Ello motivó que su partido el PSOE le cesara en un histórico Comité Federal el 1º de octubre de 2016. Incomprensiblemente, apenas unos meses después, acompañado de un cinturón de confianza personal y política compuesto por personas de nombre Ábalos, Cerdán y Koldo, y a bordo de un Peugeot de gira por España, con la colaboración especial de un tal Salazar, recuperó el poder de Ferraz en las Primarias de su partido. Ello sucedió tras dejar su acta de diputado y efectuar un viaje a EEUU donde nacieron especiales relaciones con personajes que tienen una singular influencia con su política actual siendo George Soros y Bill Gates algunos de los más conocidos de entre ellos. Su moción de censura contra la corrupción la defendió José Luis Ábalos en nombre del grupo socialista del Congreso, lo que es suficiente para entender lo que está sucediendo. Sánchez hizo del feminismo y la lucha contra la corrupción sus principales banderas políticas, presentándose con ellas al frente como el gran adalid en el combate por su defensa. De su combate contra la corrupción no es necesario extenderse demasiado, y del feminismo, Salazar es su más reciente heroico combatiente caído en su defensa.
Su moción de censura contra la corrupción la defendió José Luis Ábalos en nombre del grupo socialista del Congreso, lo que es suficiente para entender lo que está sucediendo
En junio de 2018 Sánchez fue investido presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados, al ganar la moción de censura que presentó contra el gobierno del Pp para salvar “la calidad de la democracia” en peligro “por la corrupción del Pp”. Es oportuno recordar este hecho para evaluar la situación política del sanchismo en el gobierno con la precisión y exigencia debidas a quien accedió a esa tan cualificada responsabilidad, no a través del voto directo de los ciudadanos en las urnas que por dos veces sucesivas le rechazaron con estrépito. Lo hizo con el posterior apoyo de los comunistas de Podemos, los de Bildu y separatistas catalanes, entre otros, cuyo apoyo había negado rotundamente que aceptaría. También gracias a la felonía del PNV, que pactó los Presupuestos con el gobierno de Rajoy para que Sánchez pudiera a continuación gobernar con ellos. Como candidato socialista, Sánchez debutó en las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 y pese a obtener una severa derrota con tan sólo 90 diputados se negó a un acuerdo para la investidura con el ganador que obtuvo 124 escaños. Lo que obligó a repetir las elecciones seis meses después en junio de 2016, lo que nunca se había producido desde 1978. En éstas su derrota fue todavía más estrepitosa obteniendo tan solo 85 diputados y, pese a ello y sacarle el vencedor 47 escaños de ventaja, pretendió que se produjera una tercera elección. Ello motivó que su partido el PSOE le cesara en un histórico Comité Federal el 1º de octubre de 2016. Incomprensiblemente, apenas unos meses después, acompañado de un cinturón de confianza personal y política compuesto por personas de nombre Ábalos, Cerdán y Koldo, y a bordo de un Peugeot de gira por España, con la colaboración especial de un tal Salazar, recuperó el poder de Ferraz en las Primarias de su partido. Ello sucedió tras dejar su acta de diputado y efectuar un viaje a EEUU donde nacieron especiales relaciones con personajes que tienen una singular influencia con su política actual siendo George Soros y Bill Gates algunos de los más conocidos de entre ellos. Su moción de censura contra la corrupción la defendió José Luis Ábalos en nombre del grupo socialista del Congreso, lo que es suficiente para entender lo que está sucediendo. Sánchez hizo del feminismo y la lucha contra la corrupción sus principales banderas políticas, presentándose con ellas al frente como el gran adalid en el combate por su defensa. De su combate contra la corrupción no es necesario extenderse demasiado, y del feminismo, Salazar es su más reciente heroico combatiente caído en su defensa.
