Mantener un coche es cada vez más caro. La ITV, las reparaciones, la gasolina y los imprevistos hacen que poseer este vehículo se haya convertido en todo un lujo y no todos pueden permitírselo. Por eso, es necesario aprender todo tipo de trucos ahorrar lo máximo posible y tratar de llegara fin de meses con unos euros más en el bolsillo.
El invierno complica este proceso. Los cristales se empañan y hasta se congelan y la calefacción se convierte en un imprescindible en todos los coches. Un elemento realmente importante en esta época del año es la recirculación del aire. Juega un papel fundamental y conocer su funcionamiento puede abaratar los gastos de gasolina del mes.
El botón más incomprendido: la recirculación del aire acondicionado
Nuestro aliado clave es el botón de recirculación del aire. Aunque se asocia principalmente al verano, no es exclusivo de los meses cálidos. En invierno puede utilizarse de forma puntual, por ejemplo, al circular por túneles, en atascos o detrás de vehículos que emiten mucho humo o malos olores.
Sin embargo, no se recomienda mantenerlo activado durante largos períodos en climas fríos, ya que la recirculación continua favorece la acumulación de humedad dentro del coche, lo que puede provocar el empañamiento de los vidrios y afectar la visibilidad. Por esta razón, muchos vehículos desactivan automáticamente esta función cuando se utiliza el desempañador. Aunque en invierno las ventajas son más limitadas, es conveniente que aprendas a usarlo para aplicarlo en la época del año clave; el verano.
Un aliado clave en verano
Durante el verano, el botón de recirculación se convierte en un aliado clave para mejorar el confort y la eficiencia del vehículo. Cuando el coche ha estado estacionado al sol y el interior alcanza temperaturas muy elevadas, lo más recomendable es ventilar brevemente el habitáculo abriendo las ventanas y encendiendo el aire acondicionado. Una vez que el aire caliente comienza a salir y la temperatura interior desciende, es el momento ideal para activar la recirculación y cerrar el vehículo.
Al reutilizar el aire ya enfriado del interior, el sistema de climatización deja de aspirar aire caliente del exterior, lo que reduce de forma significativa el esfuerzo del compresor. Esto permite que el aire acondicionado enfríe más rápido y mantenga una temperatura estable con menor demanda de energía, algo especialmente útil en trayectos urbanos y viajes largos bajo altas temperaturas.
Ahorro de combustible
Entre las principales ventajas del uso correcto de la recirculación en verano se encuentra un ligero ahorro de combustible, estimado entre un 1 % y un 2 %, además de un enfriamiento más eficiente del habitáculo. A largo plazo, esta pequeña mejora puede traducirse en un menor gasto anual en combustible, sin necesidad de modificar el estilo de conducción.
A ello se suma un mayor confort para los ocupantes y una mejor calidad del aire dentro del vehículo, ya que se limita la entrada de polvo, gases y contaminantes del exterior, algo habitual en atascos, autopistas muy transitadas o zonas urbanas congestionadas.
Mantener un coche es cada vez más caro. La ITV, las reparaciones, la gasolina y los imprevistos hacen que poseer este vehículo se haya convertido en todo un lujo y no todos pueden permitírselo. Por eso, es necesario aprender todo tipo de trucos ahorrar lo máximo posible y tratar de llegara fin de meses con unos euros más en el bolsillo.. El invierno complica este proceso. Los cristales se empañan y hasta se congelan y la calefacción se convierte en un imprescindible en todos los coches. Un elemento realmente importante en esta época del año es la recirculación del aire. Juega un papel fundamental y conocer su funcionamiento puede abaratar los gastos de gasolina del mes.. El botón más incomprendido: la recirculación del aire acondicionado. Nuestro aliado clave es el botón de recirculación del aire. Aunque se asocia principalmente al verano, no es exclusivo de los meses cálidos. En invierno puede utilizarse de forma puntual, por ejemplo, al circular por túneles, en atascos o detrás de vehículos que emiten mucho humo o malos olores.. Sin embargo, no se recomienda mantenerlo activado durante largos períodos en climas fríos, ya que la recirculación continua favorece la acumulación de humedad dentro del coche, lo que puede provocar el empañamiento de los vidrios y afectar la visibilidad. Por esta razón, muchos vehículos desactivan automáticamente esta función cuando se utiliza el desempañador. Aunque en invierno las ventajas son más limitadas, es conveniente que aprendas a usarlo para aplicarlo en la época del año clave; el verano.. Un aliado clave en verano. Durante el verano, el botón de recirculación se convierte en un aliado clave para mejorar el confort y la eficiencia del vehículo. Cuando el coche ha estado estacionado al sol y el interior alcanza temperaturas muy elevadas, lo más recomendable es ventilar brevemente el habitáculo abriendo las ventanas y encendiendo el aire acondicionado. Una vez que el aire caliente comienza a salir y la temperatura interior desciende, es el momento ideal para activar la recirculación y cerrar el vehículo.. Al reutilizar el aire ya enfriado del interior, el sistema de climatización deja de aspirar aire caliente del exterior, lo que reduce de forma significativa el esfuerzo del compresor. Esto permite que el aire acondicionado enfríe más rápido y mantenga una temperatura estable con menor demanda de energía, algo especialmente útil en trayectos urbanos y viajes largos bajo altas temperaturas.. Ahorro de combustible. Entre las principales ventajas del uso correcto de la recirculación en verano se encuentra un ligero ahorro de combustible, estimado entre un 1 % y un 2 %, además de un enfriamiento más eficiente del habitáculo. A largo plazo, esta pequeña mejora puede traducirse en un menor gasto anual en combustible, sin necesidad de modificar el estilo de conducción.. A ello se suma un mayor confort para los ocupantes y una mejor calidad del aire dentro del vehículo, ya que se limita la entrada de polvo, gases y contaminantes del exterior, algo habitual en atascos, autopistas muy transitadas o zonas urbanas congestionadas.
La ITV, las reparaciones y los imprevistos hacen que poseer este vehículo se haya convertido en todo un lujo que no todos pueden permitirse
Mantener un coche es cada vez más caro. La ITV, las reparaciones, la gasolina y los imprevistos hacen que poseer este vehículo se haya convertido en todo un lujo y no todos pueden permitírselo. Por eso, es necesario aprender todo tipo de trucos ahorrar lo máximo posible y tratar de llegara fin de meses con unos euros más en el bolsillo.. El invierno complica este proceso. Los cristales se empañan y hasta se congelan y la calefacción se convierte en un imprescindible en todos los coches. Un elemento realmente importante en esta época del año es la recirculación del aire. Juega un papel fundamental y conocer su funcionamiento puede abaratar los gastos de gasolina del mes.. El botón más incomprendido: la recirculación del aire acondicionado. Nuestro aliado clave es el botón de recirculación del aire. Aunque se asocia principalmente al verano, no es exclusivo de los meses cálidos. En invierno puede utilizarse de forma puntual, por ejemplo, al circular por túneles, en atascos o detrás de vehículos que emiten mucho humo o malos olores.. Sin embargo, no se recomienda mantenerlo activado durante largos períodos en climas fríos, ya que la recirculación continua favorece la acumulación de humedad dentro del coche, lo que puede provocar el empañamiento de los vidrios y afectar la visibilidad. Por esta razón, muchos vehículos desactivan automáticamente esta función cuando se utiliza el desempañador. Aunque en invierno las ventajas son más limitadas, es conveniente que aprendas a usarlo para aplicarlo en la época del año clave; el verano.. Un aliado clave en verano. Durante el verano, el botón de recirculación se convierte en un aliado clave para mejorar el confort y la eficiencia del vehículo. Cuando el coche ha estado estacionado al sol y el interior alcanza temperaturas muy elevadas, lo más recomendable es ventilar brevemente el habitáculo abriendo las ventanas y encendiendo el aire acondicionado. Una vez que el aire caliente comienza a salir y la temperatura interior desciende, es el momento ideal para activar la recirculación y cerrar el vehículo.. Al reutilizar el aire ya enfriado del interior, el sistema de climatización deja de aspirar aire caliente del exterior, lo que reduce de forma significativa el esfuerzo del compresor. Esto permite que el aire acondicionado enfríe más rápido y mantenga una temperatura estable con menor demanda de energía, algo especialmente útil en trayectos urbanos y viajes largos bajo altas temperaturas.. Ahorro de combustible. Entre las principales ventajas del uso correcto de la recirculación en verano se encuentra un ligero ahorro de combustible, estimado entre un 1 % y un 2 %, además de un enfriamiento más eficiente del habitáculo. A largo plazo, esta pequeña mejora puede traducirse en un menor gasto anual en combustible, sin necesidad de modificar el estilo de conducción.. A ello se suma un mayor confort para los ocupantes y una mejor calidad del aire dentro del vehículo, ya que se limita la entrada de polvo, gases y contaminantes del exterior, algo habitual en atascos, autopistas muy transitadas o zonas urbanas congestionadas.
