El acuerdo deberá ser ratificado por los militantes socialdemócratas y un minicongreso democristiano para investir después al nuevo canciller
Friedrich Merz, el 28 de marzo en Berlín.DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press). Los democristianos alemanes de Friedrich Merz y los socialdemócratas han concluido este miércoles un acuerdo de coalición que, después de meses de transición en Berlín, permitirá a Alemania tener un Gobierno operativo en un momento crítico para Europa y el mundo. La incertidumbre geopolítica y económica global generada por el presidente de EE UU, Donald Trump, ha impulsado a los futuros socios a cerrar en un plazo relativamente rápido, incluso unos días antes de lo previsto, un contrato de coalición que permitirá a Merz ser investido canciller a principios de mayo.. Los dirigentes de ambas formaciones presentarán esta tarde a las 15.00 horas los detalles del acuerdo, según un comunicado. Varios medios alemanes han confirmado la conclusión con éxito de las negociaciones. Los militantes del Partido Socialdemócrata (SPD) se pronunciarán en las próximas sobre el texto en un voto electrónico. La Unión Democristiana (CDU) prevé ratificarlo en un minicongreso a finales de mes, aunque hay una demanda entre las bases para que también sean los militantes quienes se pronuncien. En el caso de la Unión Socialcristiana (CSU), hermana bávara la CDU, será la ejecutiva del partido la que se pronuncie.. Las tareas que afronta el democristiano Merz y los socialdemócratas, en la quinta coalición entre ambos bloques desde la fundación de la República Federal en 1949, son enormes. La primera economía de la Unión Europea, y el país más poblado, sufrirá como pocos los aranceles que ha decretado Trump. Desde hace dos años el país está en recesión, y las nuevas cargas sobre las exportaciones, motor de la economía alemana, pueden prolongarla.. A esto se añade el temor a perder la protección militar de EE UU mientras siente la amenaza de Rusia en el Este, que obliga a disparar al gasto militar. Y todo esto, con la extrema derecha más fuerte que nunca desde fin de la Segunda Guerra Mundial, y la impresión entre los partidos moderados de que, si la coalición fracasa, la formación ultra Alternativa para Alemania (AfD) se verá beneficiada.. Durante las negociaciones, que se pusieron en marcha después de las elecciones legislativas del 23 de febrero, los principales puntos de discusión han sido la política fiscal y migratoria. Los democristianos querían endurecer las leyes de asilo e inmigración para reducir el número de refugiados. Los socialdemócratas reclamaban un aumento de los impuestos para los ricos. Otro punto de fricción ha sido la reintroducción del servicio militar, que debe volver a ser obligatorio, según la CDU/CSU, y debe ser voluntario, según el SPD.. Una vez rubricado el acuerdo, la CDU/CSU y el SPD deberán pactar el reparto de los cargos en el nuevo Gobierno. Al ser el canciller el democristiano Merz, el vicecanciller debe ser un socialdemócrata, previsiblemente el copresidente del SPD, Lars Klingbeil, quien podría asumir también la cartera clave de Finanzas. A la CDU y al SPD les corresponderían, respectivamente, seis ministerios; a la CSU, tres.. Merz y Klingbeil han sido las figuras clave de la negociación. Distintos en casi todo: Merz, un veterano parlamentario de 69 años que durante más de una década abandonó la política para hacerse rico en el sector privado; Klingbeil, un hombre del aparato socialdemócrata de 47 años que lleva en política dese sus años de estudiante. Todo les separa, en apariencia, pero ha habido química entre ambos y desde hace unos días ―cosa destacable en Alemania y reveladora de buena relación― se tratan de tú y no de usted.. Las negociaciones de coalición han estado marcadas, de un lado, por la adopción en el Bundestag saliente de un plan de endeudamiento de hasta un billón de euros para invertir en defensa, infraestructuras y medio ambiente. Y, del otro, por el acercamiento de Trump a la Rusia de Vladímir Putin y el temor a que EE UU abandone Europa. Los aranceles podrían provocar una caída del 15% en las exportaciones a EE UU y un riesgo de recesión, según el Gobierno en funciones del socialdemócrata Olaf Scholz.. El contexto internacional ha dado una sensación de urgencia a los negociadores, conscientes de que, en medio de las turbulencias actuales, Alemania necesitaba cuanto antes un gobierno y un canciller. Al iniciar los primeros contactos tras las elecciones, en todo caso, los futuros socios ya se habían fijado como objetivo haber concluido un acuerdo antes de Semana Santa, y lo están cumpliendo escrupulosamente.. La CDU/CSU fue la formación más votada en las elecciones del 23 de febrero, con 28% de votos. En segunda posición quedó el partido de extrema derecha AfD, con un 21%. El SPD quedó tercero con un 16%.. Merz arrancará su mandato a la vez fuerte y débil. Fuerte, porque dispone de un arsenal financiero extraordinario tras la reforma constitucional que en febrero permitió el endeudamiento y las inversiones. Débil, por el mismo motivo. Entre los votantes de la CDU y sus bases se reprocha al futuro canciller haber roto la promesa electoral de mantener el límite constitucional a la deuda, severamente debilitado tras el voto del Bundestag en marzo. También ha afrontado reproches, durante la campaña, por su supuesta bisoñez a la hora de negociar con el SPD, que contaba con negociadores mucho más experimentados, y ha arrancado concesiones significativas teniendo en cuenta su reducido peso parlamentario.. Hay inquietud en el partido de Merz, además, por sondeos que muestran que, de celebrarse elecciones ahora, AfD empataría con la CDU. El fracaso o éxito del nuevo canciler se medirá, a fin de cuentas, en función de si, en las elecciones de 2029, la extrema derecha convierte en la primera fuerza política, o si los moderados logren reducir sus apoyos y debilitarla.
Los democristianos alemanes de Friedrich Merz y los socialdemócratas han concluido este miércoles un acuerdo de coalición que, después de meses de transición en Berlín, permitirá a Alemania tener un Gobierno operativo en un momento crítico para Europa y el mundo. La incertidumbre geopolítica y económica global generada por el presidente de EE UU, Donald Trump, ha impulsado a los futuros socios a cerrar en un plazo relativamente rápido, incluso unos días antes de lo previsto, un contrato de coalición que permitirá a Merz ser investido canciller a principios de mayo.. Seguir leyendo