La Policía australiana confirmó que el tiroteo en una popular playa de Sídney que causó 12 fallecidos y 29 heridos fue «un ataque terrorista» dirigido «contra la comunidad judía». Se celebraba el inicio de la festividad de Janucá y se habían reunido cerca de un millar de personas. La inmensa mayoría de las cancillerías reaccionaron con mensajes contra «el odio, el antisemitismo y la violencia». La solidaridad con las familias y con la comunidad hebrea es la respuesta obligada ante sucesos tan horribles que nos convocan y nos conminan a entender lo que representa el terrorismo y lo que supone blanquearlo de una u otra manera. Con seguridad esta nueva matanza habrá sido celebrada por Hamás y Hezbolá. Festejar el asesinato de inocentes, justificar la destrucción absoluta de Israel, es el mal absoluto y combatirlo es un acto justo. La equidistancia, la doble moral, son refugios de indignos e inmorales.
Festejar el asesinato de inocentes, justificar la destrucción absoluta de Israel, es el mal absoluto y combatirlo es un acto justo
La Policía australiana confirmó que el tiroteo en una popular playa de Sídney que causó 12 fallecidos y 29 heridos fue «un ataque terrorista» dirigido «contra la comunidad judía». Se celebraba el inicio de la festividad de Janucá y se habían reunido cerca de un millar de personas. La inmensa mayoría de las cancillerías reaccionaron con mensajes contra «el odio, el antisemitismo y la violencia». La solidaridad con las familias y con la comunidad hebrea es la respuesta obligada ante sucesos tan horribles que nos convocan y nos conminan a entender lo que representa el terrorismo y lo que supone blanquearlo de una u otra manera. Con seguridad esta nueva matanza habrá sido celebrada por Hamás y Hezbolá. Festejar el asesinato de inocentes, justificar la destrucción absoluta de Israel, es el mal absoluto y combatirlo es un acto justo. La equidistancia, la doble moral, son refugios de indignos e inmorales.
