La Directora general de Amavir y presidenta de AESTE, analiza los principales retos de un sector que, en las últimas décadas, ha avanzado en calidad de los servicios, en modelos de atención cada vez más centrados en la persona y en cualificación de sus profesionales
Lourdes Rivera es directora general de Amavir, una de las principales compañías en España en la atención a personas mayores y dependientes, que gestiona 48 residencias y 41 centros de día repartidos por toda España, más de 8.000 plazas y una plantilla de 5.000 profesionales. Además, desde 2024, ejerce también como presidenta de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), que reúne a las principales compañías del sector de los cuidados.. ¿Cuáles son los principales retos que afronta hoy día el sector de los cuidados a la tercera edad y a la dependencia?. Uno de los principales es el déficit de profesionales. Se habla mucho de las plazas en residencias que vamos a necesitar en España para afrontar el envejecimiento de la población, pero difícilmente podremos dar respuesta a este reto si no hay profesionales. Por eso urge resolver este problema, algo que venimos reclamando desde hace muchos años, porque no solo nos afecta a nosotros, también a los hospitales y centros de salud.. ¿Qué posibles soluciones hay?. Necesitamos más oferta de plazas en las universidades para determinadas profesiones, agilizar los procesos de homologación de títulos extranjeros y crear nuevas categorías profesionales que nos permitan adaptarnos a la situación actual del mercado laboral. Y hay que prestigiar también al sector, para que resulte más atractivo para trabajar, y solucionar el problema del absentismo.. ¿Compromete esta falta la sostenibilidad del sector?. Completamente. Y a ello se unen otras cuestiones, como la falta de financiación. Si queremos que el sector sea sostenible, debe haber un mayor compromiso presupuestario por parte de las administraciones públicas, ya que España gasta en dependencia solo el 0,9% del PIB, muy por debajo del 2% recomendado por la UE. Y sería también necesario lograr un consenso entre las principales fuerzas políticas, una especie de pacto de estado por los cuidados, porque ahora nos encontramos con una enorme dispersión normativa, que genera inseguridad jurídica al sector.. ¿Cómo ha evolucionado el sector de las residencias en España en las últimas décadas?. Se ha producido un importante salto cualitativo hacia la profesionalización. Hemos avanzado en calidad de los servicios, en modelos de atención cada vez más centrados en la persona, en cualificación de nuestros profesionales, en edificios cada vez más eficientes y acogedores… Creo que el sector de residencias está en un buen momento, pero como he dicho en preguntas anteriores, tenemos retos muy urgentes que resolver.. ¿Puede el Estado en solitario afrontar el reto del envejecimiento?. Es imposible. Sé que, en nuestro país, se generan con frecuencia debates encendidos acerca de lo público y lo privado, pero sinceramente creo que el reto que tenemos por delante es tan grande que si no reforzamos la colaboración público-privada no vamos a poder hacerlo. Y esto implica también mejorar la coordinación entre lo social y lo sanitario, porque cada vez vivimos más, pero eso implica que crecen también las necesidades sanitarias de la población y las residencias somos hogares, no hospitales. El gobierno ha anunciado que está trabajando precisamente en esta coordinación sociosanitaria, pero de momento no se han puesto en contacto con el sector.. ¿Cómo afronta Amavir todos estos retos?. Amavir es una compañía consolidada. Llevamos más de treinta años ofreciendo nuestros servicios a las personas mayores y dependientes. Y contamos con el respaldo del Grupo Maisons de Famille, uno de los operadores de referencia a nivel europeo, con presencia en Francia, Italia, Alemania y España. Este respaldo nos aporta estabilidad y una importante proyección de futuro.. Vemos que están actualmente en pleno proceso de expansión.. Sí, este año hemos abierto tres nuevas residencias en Madrid, Santa Cruz de Tenerife y Albacete, y tenemos nuevos proyectos también en Madrid, además de en Granada, Oviedo y Córdoba. Ahora mismo gestionamos 48 residencias y 41 centros de día y estamos presentes en 8 comunidades autónomas. Queremos seguir creciendo pero, sobre todo, queremos seguir siendo una referencia de calidad.. ¿Ha cambiado el modelo de residencias en los últimos años?. Sí, porque los usuarios quieren residencias que sean sentidas cada vez más como hogares. Buscamos edificios que sean cálidos y acogedores, con mucha luz, en los que haya amplias zonas comunes, habitaciones preferentemente individuales y unidades de convivencia reducidas.. ¿Qué servicios se ofrecen a las personas mayores en las residencias?. Los servicios se dividen en dos partes fundamentales. Por un lado, la atención social y sanitaria (medicina, enfermería, atención directa, psicología, trabajo social, terapia ocupacional, fisioterapia, animación) y, por otro, la atención meramente hostelera (menús adaptados, limpieza, lavandería…). La combinación de ambos factores es fundamental, porque queremos que la persona mayor se sienta como en su propia casa, pero con todas las atenciones que requiere.
Lourdes Rivera es directora general de Amavir, una de las principales compañías en España en la atención a personas mayores y dependientes, que gestiona 48 residencias y 41 centros de día repartidos por toda España, más de 8.000 plazas y una plantilla de 5.000 profesionales. Además, desde 2024, ejerce también como presidenta de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), que reúne a las principales compañías del sector de los cuidados.. ¿Cuáles son los principales retos que afronta hoy día el sector de los cuidados a la tercera edad y a la dependencia?. Uno de los principales es el déficit de profesionales. Se habla mucho de las plazas en residencias que vamos a necesitar en España para afrontar el envejecimiento de la población, pero difícilmente podremos dar respuesta a este reto si no hay profesionales. Por eso urge resolver este problema, algo que venimos reclamando desde hace muchos años, porque no solo nos afecta a nosotros, también a los hospitales y centros de salud.. ¿Qué posibles soluciones hay?. Necesitamos más oferta de plazas en las universidades para determinadas profesiones, agilizar los procesos de homologación de títulos extranjeros y crear nuevas categorías profesionales que nos permitan adaptarnos a la situación actual del mercado laboral. Y hay que prestigiar también al sector, para que resulte más atractivo para trabajar, y solucionar el problema del absentismo.. ¿Compromete esta falta la sostenibilidad del sector?. Completamente. Y a ello se unen otras cuestiones, como la falta de financiación. Si queremos que el sector sea sostenible, debe haber un mayor compromiso presupuestario por parte de las administraciones públicas, ya que España gasta en dependencia solo el 0,9% del PIB, muy por debajo del 2% recomendado por la UE. Y sería también necesario lograr un consenso entre las principales fuerzas políticas, una especie de pacto de estado por los cuidados, porque ahora nos encontramos con una enorme dispersión normativa, que genera inseguridad jurídica al sector.. ¿Cómo ha evolucionado el sector de las residencias en España en las últimas décadas?. Se ha producido un importante salto cualitativo hacia la profesionalización. Hemos avanzado en calidad de los servicios, en modelos de atención cada vez más centrados en la persona, en cualificación de nuestros profesionales, en edificios cada vez más eficientes y acogedores… Creo que el sector de residencias está en un buen momento, pero como he dicho en preguntas anteriores, tenemos retos muy urgentes que resolver.. ¿Puede el Estado en solitario afrontar el reto del envejecimiento?. Es imposible. Sé que, en nuestro país, se generan con frecuencia debates encendidos acerca de lo público y lo privado, pero sinceramente creo que el reto que tenemos por delante es tan grande que si no reforzamos la colaboración público-privada no vamos a poder hacerlo. Y esto implica también mejorar la coordinación entre lo social y lo sanitario, porque cada vez vivimos más, pero eso implica que crecen también las necesidades sanitarias de la población y las residencias somos hogares, no hospitales. El gobierno ha anunciado que está trabajando precisamente en esta coordinación sociosanitaria, pero de momento no se han puesto en contacto con el sector.. ¿Cómo afronta Amavir todos estos retos?. Amavir es una compañía consolidada. Llevamos más de treinta años ofreciendo nuestros servicios a las personas mayores y dependientes. Y contamos con el respaldo del Grupo Maisons de Famille, uno de los operadores de referencia a nivel europeo, con presencia en Francia, Italia, Alemania y España. Este respaldo nos aporta estabilidad y una importante proyección de futuro.. Vemos que están actualmente en pleno proceso de expansión.. Sí, este año hemos abierto tres nuevas residencias en Madrid, Santa Cruz de Tenerife y Albacete, y tenemos nuevos proyectos también en Madrid, además de en Granada, Oviedo y Córdoba. Ahora mismo gestionamos 48 residencias y 41 centros de día y estamos presentes en 8 comunidades autónomas. Queremos seguir creciendo pero, sobre todo, queremos seguir siendo una referencia de calidad.. ¿Ha cambiado el modelo de residencias en los últimos años?. Sí, porque los usuarios quieren residencias que sean sentidas cada vez más como hogares. Buscamos edificios que sean cálidos y acogedores, con mucha luz, en los que haya amplias zonas comunes, habitaciones preferentemente individuales y unidades de convivencia reducidas.. ¿Qué servicios se ofrecen a las personas mayores en las residencias?. Los servicios se dividen en dos partes fundamentales. Por un lado, la atención social y sanitaria (medicina, enfermería, atención directa, psicología, trabajo social, terapia ocupacional, fisioterapia, animación) y, por otro, la atención meramente hostelera (menús adaptados, limpieza, lavandería…). La combinación de ambos factores es fundamental, porque queremos que la persona mayor se sienta como en su propia casa, pero con todas las atenciones que requiere.
