De un tiempo a esta parte, cuando me toca escribiros estas líneas, os aseguro que mi intención primera es evitar las cloacas, la corrupción… ¡Imposible! De hecho, he vuelto a hacer esquemas, croquis. Necesito ordenar los nombres y cargos de los múltiples escándalos de corrupción que vamos conociendo alrededor del PSOE, que se amontonan con el paso de los días (algunos personajes son cromos repetidos, aparecen en varias tramas). Si para los periodistas empieza a resultar complejo explicar tanto volumen de historias escandalosas y de informes de la UCO, no quiero ni imaginar la maraña mental de nuestros pobres lectores y espectadores.. Esta etapa que algunos individuos han vivido a la sombra de Ferraz, puteros con sus acompañantes, lucrándose con empresarios de toda índole, estos altos cargos hasta hace nada tan poderosos y ahora imputados, tan próximos a Pedro Sánchez y a María Jesús Montero, hacen un daño gigantesco al partido socialista. Esta realidad chusca que ha tenido como protagonistas, entre otros, a dos ex secretarios de organización del PSOE, supera cualquier ficción de cualquier plataforma. Y añádele los casos de acoso sexual que han empezado a brotar de las entrañas de un partido que siempre abanderó la causa feminista. ¿Cómo no vamos a hacer audiencias históricas, con todo ese material en nuestros informativos?. Solo esta semana, tenemos entre manos dos nuevos informes de la UCO, hemos seguido atentamente la detención de la fontanera Leire Díez, del ex presidente de la SEPI Vicente Fernández, del empresario Antxón Alonso… Les imagino en la comandancia madrileña de Tres Cantos (se dice por allí que, quien es culpable, se achanta como las cucarachas en cada uno de sus 18 calabozos). Allí deberán convivir, por lo menos hasta mañana, con delincuentes de todo tipo. Veremos con qué ánimo salen. Tampoco olvidemos los múltiples registros de la UCO, ni los de la UDEF. En estas últimas horas han sido también arrestados el presidente y el CEO de la compañía aérea venezolana Plus Ultra, misteriosamente rescatada en 2021 por el Gobierno. ¿Qué habrá pasado ahí? ¡Queda tanto por saberse!. Todo esto, sin contar que empezaremos el año sin presupuestos. Otegi, ese socio fiable, ese hombre de paz, ha viajado a Waterloo para pedirle a Puigdemont que no abandone al presidente español, por el bien de sus respectivas aspiraciones independentistas. Y Sánchez, una vez más, desaparecido en combate hasta que escampe. Entre los españoles, hay una mezcla de estupefacción y rabia. Hay un desapego emocional, incluso, en la izquierda, con el agravante de que los casos de acoso sexual no se olvidan en el granero de votos femenino. Con todo esto, no creáis que nuestro presidente adelantará las elecciones generales. El lunes hará balance del año en La Moncloa. Se aceptan apuestas.
Entre los españoles, hay una mezcla de estupefacción y rabia. Hay un desapego emocional, incluso, en la izquierda, con el agravante de que los casos de acoso sexual no se olvidan en el granero de votos femenino
De un tiempo a esta parte, cuando me toca escribiros estas líneas, os aseguro que mi intención primera es evitar las cloacas, la corrupción… ¡Imposible! De hecho, he vuelto a hacer esquemas, croquis. Necesito ordenar los nombres y cargos de los múltiples escándalos de corrupción que vamos conociendo alrededor del PSOE, que se amontonan con el paso de los días (algunos personajes son cromos repetidos, aparecen en varias tramas). Si para los periodistas empieza a resultar complejo explicar tanto volumen de historias escandalosas y de informes de la UCO, no quiero ni imaginar la maraña mental de nuestros pobres lectores y espectadores.. Esta etapa que algunos individuos han vivido a la sombra de Ferraz, puteros con sus acompañantes, lucrándose con empresarios de toda índole, estos altos cargos hasta hace nada tan poderosos y ahora imputados, tan próximos a Pedro Sánchez y a María Jesús Montero, hacen un daño gigantesco al partido socialista. Esta realidad chusca que ha tenido como protagonistas, entre otros, a dos ex secretarios de organización del PSOE, supera cualquier ficción de cualquier plataforma. Y añádele los casos de acoso sexual que han empezado a brotar de las entrañas de un partido que siempre abanderó la causa feminista. ¿Cómo no vamos a hacer audiencias históricas, con todo ese material en nuestros informativos?. Solo esta semana, tenemos entre manos dos nuevos informes de la UCO, hemos seguido atentamente la detención de la fontanera Leire Díez, del ex presidente de la SEPI Vicente Fernández, del empresario Antxón Alonso… Les imagino en la comandancia madrileña de Tres Cantos (se dice por allí que, quien es culpable, se achanta como las cucarachas en cada uno de sus 18 calabozos). Allí deberán convivir, por lo menos hasta mañana, con delincuentes de todo tipo. Veremos con qué ánimo salen. Tampoco olvidemos los múltiples registros de la UCO, ni los de la UDEF. En estas últimas horas han sido también arrestados el presidente y el CEO de la compañía aérea venezolana Plus Ultra, misteriosamente rescatada en 2021 por el Gobierno. ¿Qué habrá pasado ahí? ¡Queda tanto por saberse!. Todo esto, sin contar que empezaremos el año sin presupuestos. Otegi, ese socio fiable, ese hombre de paz, ha viajado a Waterloo para pedirle a Puigdemont que no abandone al presidente español, por el bien de sus respectivas aspiraciones independentistas. Y Sánchez, una vez más, desaparecido en combate hasta que escampe. Entre los españoles, hay una mezcla de estupefacción y rabia. Hay un desapego emocional, incluso, en la izquierda, con el agravante de que los casos de acoso sexual no se olvidan en el granero de votos femenino. Con todo esto, no creáis que nuestro presidente adelantará las elecciones generales. El lunes hará balance del año en La Moncloa. Se aceptan apuestas.
