Emiliano García-Page no es muy popular ni en La Moncloa ni en Ferraz. En circunstancias normales sería todo lo contrario. Es un líder autonómico que gana elecciones por mayoría absoluta y lo hace, además, en circunstancias desfavorables, ya que la marca PSOE está muy deteriorada. No sé si será capaz de repetir esta hazaña en las próximas autonómicas. Lo veo difícil. Su impopularidad no tiene nada que ver con su gestión como presidente, sino porque no forma parte de los palmeros que rodean a Sánchez en la ejecutiva federal del partido y en el Gobierno. Se ha consolidado el pensamiento único, como sucede en los sistemas comunistas, y todos cantan las virtudes del líder que es perfecto e infalible. Los que discrepan son traidores a la causa y merecen estar fuera del partido. Por supuesto, son tildados de derechistas. Es un proceso tan conocido como estudiado y que es fácil constatar que es la realidad que sufre el PSOE, ya que se ha pasado del socialismo al sanchismo. ¿Es posible que todos los disidentes estén totalmente equivocados? ¿No hay nada de lo que dicen que pueda estar acertado?. Por lo visto, en el PSOE de Sánchez el líder lo hace todo bien y los que no comulgan con sus ideas estarían mejor fuera del partido. Es cierto que no los expulsan, porque sería demasiado escandaloso, pero la ruptura es total y absoluta. Creo que sería bueno que recordara que nadie es infalible y que más dura será la caída. García-Page recordó algo que debería ser obvio como es que [[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/espana/psoe-debe-ser-gente-sus-lideres_2025122869508fc122f0db7dafff558c.html|||«El PSOE debe ser de la gente, no de sus líderes»]], aunque me permitiría matizar que actualmente es de su líder. Es un partido que ha perdido la vocación de liderazgo y que se conforma con ser el segundo o el tercero. Por su parte, el PP mantiene esa vocación, aunque no lo consiga en todas las autonomías. Cataluña y el País Vasco siguen siendo un problema, pero es más suyo que de sus respectivas sociedades. En ambas, la estrategia siempre ha sido errática y se ha supeditado a la necesidad de gobernar en España, por lo que el partido ha sido marginado para conseguir el apoyo de los nacionalistas de derechas. En cambio, el PSOE está peor electoralmente de lo que piensan en La Moncloa.. Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
«Por lo visto, en el PSOE de Sánchez el líder lo hace todo bien y los que no comulgan con sus ideas estarían mejor fuera del partido»
Emiliano García-Page no es muy popular ni en La Moncloa ni en Ferraz. En circunstancias normales sería todo lo contrario. Es un líder autonómico que gana elecciones por mayoría absoluta y lo hace, además, en circunstancias desfavorables, ya que la marca PSOE está muy deteriorada. No sé si será capaz de repetir esta hazaña en las próximas autonómicas. Lo veo difícil. Su impopularidad no tiene nada que ver con su gestión como presidente, sino porque no forma parte de los palmeros que rodean a Sánchez en la ejecutiva federal del partido y en el Gobierno. Se ha consolidado el pensamiento único, como sucede en los sistemas comunistas, y todos cantan las virtudes del líder que es perfecto e infalible. Los que discrepan son traidores a la causa y merecen estar fuera del partido. Por supuesto, son tildados de derechistas. Es un proceso tan conocido como estudiado y que es fácil constatar que es la realidad que sufre el PSOE, ya que se ha pasado del socialismo al sanchismo. ¿Es posible que todos los disidentes estén totalmente equivocados? ¿No hay nada de lo que dicen que pueda estar acertado?. Por lo visto, en el PSOE de Sánchez el líder lo hace todo bien y los que no comulgan con sus ideas estarían mejor fuera del partido. Es cierto que no los expulsan, porque sería demasiado escandaloso, pero la ruptura es total y absoluta. Creo que sería bueno que recordara que nadie es infalible y que más dura será la caída. García-Page recordó algo que debería ser obvio como es que «El PSOE debe ser de la gente, no de sus líderes», aunque me permitiría matizar que actualmente es de su líder. Es un partido que ha perdido la vocación de liderazgo y que se conforma con ser el segundo o el tercero. Por su parte, el PP mantiene esa vocación, aunque no lo consiga en todas las autonomías. Cataluña y el País Vasco siguen siendo un problema, pero es más suyo que de sus respectivas sociedades. En ambas, la estrategia siempre ha sido errática y se ha supeditado a la necesidad de gobernar en España, por lo que el partido ha sido marginado para conseguir el apoyo de los nacionalistas de derechas. En cambio, el PSOE está peor electoralmente de lo que piensan en La Moncloa.. Francisco Marhuenda.De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
